Luis Rubiales: madre del presidente de la Federación Española de Fútbol hospitalizada tras huelga de hambre

La madre del asediado jefe del fútbol español Luis Rubiales, quien inició una huelga de hambre en apoyo de su hijo a principios de esta semana, fue trasladada a un hospital después de sentirse “angustiada y mareada”, según un sacerdote local.

Ángeles Béjar se encerró el lunes en la iglesia de la Divina Pastora en su ciudad natal de Motril, en el sur de España, para protestar por el trato recibido por su hijo después de que fuera suspendido por la FIFA por besar a la fuerza a la mundialista Jennifer Hermoso.en la final.

Un sacerdote de la iglesia, que se identificó como el padre Antonio, dijo a los periodistas que Béjar había sido trasladado al hospital el miércoles.

“Necesito decirles que ha tenido una crisis, ha empeorado y tuvieron que llevarla urgente al hospital”, dijo el padre Antonio desde afuera de la iglesia.

“Así que ya no está aquí, tuvo que irse al hospital porque la mujer ya estaba cansada y tenía muchos problemas, incluso algunos problemas anémicos, así que tuvo que irse”.

Béjar se sentía “angustiada y mareada” y se había quejado de irregularidades en los latidos de su corazón, dijo el padre Antonio.

Dijo que su hijo, Rubiales, había hablado con su madre antes de que la llevaran al hospital.

“Su hijo [Luis Rubiales] la llamó sí, la ha llamado y han estado en contacto. Y entre todos ellos [la familia] decidieron que ella necesitaba ir al hospital”, dijo el padre Antonio.

Una amiga de la madre de Rubiales le dijo anteriormente a CNN Portugal que recientemente había estado “en mal estado de salud”, pero pensó que probablemente “aguantaría hasta el final” con su huelga de hambre.

Béjar había dicho anteriormente que su objetivo era protestar por lo que llamó una “cacería inhumana y sanguinaria” contra su hijo, según informes de los medios españoles.

CNN Portugal informó desde la iglesia a principios de esta semana y habló con la amiga de la madre de Rubiales, quien describió la reacción contra Rubiales como “una injusticia”.

“No creo que este señor haya cometido una agresión sexual como dicen. Eso me parece demasiado fuerte”, dijo el amigo.

España derrotó a Inglaterra en la final de la Copa del Mundo a principios de este mes, pero el triunfo del equipo se ha visto eclipsado por la disputa en torno a Rubiales y el enojo significativo del equipo femenino contra su liderazgo.

Rubiales ha admitido que cometió un error al besar a Hermoso pero ha afirmado que el acto fue consensual. Hermoso ha insistido en que no le dio permiso para que la besaran y se sintió vulnerada por el accionar de Rubiales.

Rubiales fue suspendido por la FIFA, el organismo rector mundial del fútbol, ​​durante el fin de semana. Según los términos de la suspensión, la Federación Española de Fútbol (RFEF) ha designado un presidente interino para reemplazar a Rubiales durante los 90 días que tiene prohibido participar en todas las actividades relacionadas con el fútbol.

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El lunes, los 19 presidentes regionales de la federación de fútbol pidieron la renuncia de Rubiales y ofrecieron apoyo unánime al presidente interino Pedro Rocha.

La presión sobre Rubiales para que renuncie a su cargo como presidente de la RFEF no ha hecho más que intensificarse desde que se negó dramáticamente a hacerlo durante un discurso en la Asamblea General Extraordinaria de la federación el viernes, prometiendo “luchar hasta el final”.

Los fiscales españoles están considerando la posibilidad de presentar cargos de agresión sexual contra Rubiales.

También enfrenta continuas críticas de jugadores, políticos, dirigentes sindicales e incluso de las Naciones Unidas, y los manifestantes salieron a las calles de Madrid el lunes para intensificar los pedidos de su renuncia.

“Estamos todas muy enfadadas por esto porque todas las mujeres hemos sufrido algún tipo de abuso”, dijo el lunes a CNN Paloma Torres, una abogada de 29 años que protestó contra Rubiales en Madrid.

George Ramsay, Benjamin Brown, Patrick Sung, Pau Mosquera, Claudia Rebaza, Becky Anderson y Eoin McSweeney de CNN contribuyeron con el reportaje.